Después de haber escuchado junto a Juan una y otra vez al presiente, hablar sobre la democracia en la República Dominicana, pregunté a éste ¿Qué es la democracia para ti? Juan, un poco vacilante, a pesar de que venía escuchando ese término desde hace tiempo, me respondió:
“Los griegos entendían el Demos como el pueblo, o más estrictamente como los ciudadanos. La democracia tiene que ver con la participación del pueblo en los asuntos de la polis o ciudad. Esta participación esta referida a los asuntos políticos o decisiones de la ciudad. Pienso que hoy la democracia es un ideal no un hecho en si, sino que varía en grado en los diferentes pueblos”.
Al escuchar su parecer, dije a Juan: mira, has dado una respuesta aceptable; pero, sin menospreciarte, realmente esperaba que me dijera menos de lo que has dicho. A pasar de que has respondido más o menos bien, considero pertinente hacerte algunas aclaraciones y observaciones, para que amplíe tu horizonte o afine la idea que tiene de la democracia.
Es bueno que sepas que, el término democracia no es univoco, sino que, tiene diferentes usos o significaciones. En ese sentido, en un primer momento podemos hablar o distinguir entre democracia como forma de gobierno y ethos democrático. Como forma de gobierno, la democracia viene a ser un ordenamiento jurídico con un conjunto de instituciones que permiten la participación igualitaria de los ciudadanos en la toma de decisiones, cuyo fin es obtener el bien común. Según dice un pensador italiano, Bobbio (cf. “Democracia y dictadura”), la democracia, en tanto que forma de gobierno, supone la existencia de otras formas de gobierno como la monarquía, la aristocracia, la dictadura, la oligarquía, etc. Según Bobbio, algunos autores plantearon que históricamente primero surgió democracia, después la aristocracia y por ultimo la democracia. Luego, en la modernidad esto se entendía todo lo contrario: primero la democracia, después la aristocracia y por último la monarquía. El argumento para plantear este cambio, era que la democracia no funcionaba en un territorio amplio como el estado-nación, sino, en uno pequeño como la Atena de la Grecia clásica. Ahora bien, en cuanto a la democracia entendida como ethos, ésta, alude al conjunto de costumbres, normas, valores, virtudes, carácter o modo de ser que configura a una persona o cultura.
Juan, también se puede distinguir entre el uso prescriptivo y el uso descriptivo de la democracia. El uso prescriptivo tiene que ver con la democracia como ideal, es decir, lo que debería ser ésta. A éste también se le llama uso normativo. Mientras que, el uso descriptivo de la democracia se refiere a lo que es, a la realidad. Cuando al final de tu definición dijiste que “hoy la democracia es un ideal no un hecho en si”, estabas haciendo esa distinción sin darte cuenta. Si deseas seguir profundizando sobre esto, puede leer a un pensador italiano de apellido Sartori (2003), que lo desarrolla muy bien.
Por otra parte, es importante que tengas en cuanta que también se puede distinguir entre democracia clásica y democracia moderna. La democracia clásica es aquella a la que te refería al hablar de los griegos y del Demos, que etimológicamente significa “pueblo”. En ese sentido, la democracia clásica se entendía como el gobierno del pueblo, pero más que del pueblo, de los ciudadanos. La participación de los ciudadanos en los asuntos de la polis, que mencionaste, es una de las características o instituciones de la democracia clásica. Pero, es bueno aclarar que esa participación en los asuntos de la polis o ciudad era activa, directa y en igualdad e condiciones. La democracia clásica también contemplaba la igualdad de los ciudadanos ante la ley o isonomía, y el bien público o común. En cuanto a la democracia moderna, ésta surgió con el estado-nación en la edad moderna, y estuvo muy influenciada por la griega. Ella, supuso la creación de nuevas instituciones democráticas, que respondieran a una nueva realidad: la de los estados-nación. En ese sentido, de una participación activa se pasó a una representativa, se produjo la división de los poderes del estado, se estableció la celebración de elecciones periódicas, se proclamó el principio de igualdad, la soberanía nacional, etc.
Hay otras cosas que también me gustaría aclararte. Por ejemplo, cuando tu decía que “la democracia tiene que ver con la participación del pueblo”. ¿A que te refería exactamente con el pueblo? Te pregunto eso, porque hoy no esta bien claro quién es el pueblo. ¿El pueblo será la mayoría?, ¿algunos?, ¿todos?, ¿la mayoría absoluta?, ¿la mayoría moderada?, ¿los ciudadanos?, etc. Bueno, sólo quería que supiera que hablar de pueblo es un poco problemático en la actualidad. De todos modos, si te interesa seguir investigando sobre eso puede leer a Sartori (2003).
Hay un filósofo liberal norteamericano de apellido Dahl (1999) que dice que se han producido dos transformaciones democráticas. La primera corresponde a esa que mas arriba llamamos democracia clásica o griega y, la segunda es la que designamos democracia moderna. Debido a una serie de cambios, producidos a partir de la segunda mitad del siglo XX; en el terreno de lo político, económico, social y posteriormente en las tecnologías, los cuales paulatinamente se han ido intensificando; el estado-nación ha caído en crisis. Quizás te está preguntando ¿qué importancia tiene esto para la democracia? Según Dahl (1999), con la crisis del estado nación, también se ha producido una crisis en las instituciones de la democracia moderna. ¿Por qué? Porque estas instituciones ya no responden a la realidad actual, que se caracteriza por la existencia de una esfera local (la de los estados-nación) y una esfera global o supraestatal. Otros de los elementos que ha puesto la democracia actual en crisis, es el surgimiento de nuevos problemas como el relacionado al medio ambiente, el cambio climático y la pérdida de la soberanía de los estados nacionales. Esto último se debe a que muchas de las decisiones que afectan a estos, se toman en una esfera supraestatal como la ONU, la UE y otras organizaciones internacionales.
Según Dahl, tanto estos como otros problemas y, el nuevo contexto global, exigen una tercera transformación democrática. Pero no es solo Dahl que piensa eso. Existen también otros intelectuales como Ferrajoli (2004) y Held (2005) que junto a Dahl (1999), coinciden en que el actual contexto bidimensional (local-internacional) amerita un cambio o transformación de ciertas instituciones y del orden mundial actual. Ellos entienden que el presente estado de derecho internacional beneficia la creación de un órgano supraestatal, global o multilateral que limite a los estados naciones, lo inter-relacione, garantice el cumplimiento de los derechos humanos y mantenga la paz mundial. Cada uno de ellos ofrece una propuesta de solución a esta situación, pero que ahora no puedo explicarte detalladamente por razones de tiempo.
Finalmente, creo que te queda más o menos claro, todo lo que implica hablar de la democracia. Espero que esto te haya servido de algo, y que ahora, cuando escuche hablar al presidente o a cualquier otra persona sobre la democracia, entiendas mejor de lo que están hablando, y puedas emitir tu parecer acerca de lo que dicen. De todos modos, creo que la democracia, como decía Tocqueville (cf. “La democracia en América”) tiene que ver con un desarrollo o movimiento gradual, que en la medida que todos nos esforcemos por adquirir un ethos democrático, podemos ayudar a construirla.
Después de escuchar atentamente toda esta explicación acerca de la democracia, Juan, admirado me dijo: ¡Dios mió!, ¡pero tú eres un verdugo!, ¿dónde aprendiste todo eso? Le respondí: es que di un curso de filosofía social, con un profesor que es experto en la materia. Entonces, Juan me digo: ahora entiendo por qué sabes tanto de la democracia. Todas las personas deberíamos hacer un curso como ese, para que a la hora de hablar de la democracia, no tengamos una concepción tan ingenua como la que tenía. Y, le dije: bueno, realmente no estuviste tal mal. Yo también tenía una idea muy vaga de la democracia antes de hacer este curso. Pero, como tú dice, es importante investigar y documentarse bien sobre esto, hay que seguir ampliando el horizonte comprensivo sobre la democracia.
Referencias bibliográficas
* Bobbio, Norberto, “Democracia y dictadura”, texto en línea,
* http://www.segured.com/index.php?od=2&article=366
* Dahl, Robert (1999), La democracia. Una guía para los ciudadanos, Madrid, Taurus.
* Ferrajoli, Luigi (2004), Razones Jurídicas del pacifismo, Madrid, Trotta.
* Held, David, (2005), Un pacto global. La alternativa sociodemocrática al Consenso de Washington, Madrid, Taurus.
* Sartori, Giovanni (2003), ¿Qué es la democracia?, Madrid, Taurus.
* Tocqueville, Alexis, La democracia en América, extractos.
“Los griegos entendían el Demos como el pueblo, o más estrictamente como los ciudadanos. La democracia tiene que ver con la participación del pueblo en los asuntos de la polis o ciudad. Esta participación esta referida a los asuntos políticos o decisiones de la ciudad. Pienso que hoy la democracia es un ideal no un hecho en si, sino que varía en grado en los diferentes pueblos”.
Al escuchar su parecer, dije a Juan: mira, has dado una respuesta aceptable; pero, sin menospreciarte, realmente esperaba que me dijera menos de lo que has dicho. A pasar de que has respondido más o menos bien, considero pertinente hacerte algunas aclaraciones y observaciones, para que amplíe tu horizonte o afine la idea que tiene de la democracia.
Es bueno que sepas que, el término democracia no es univoco, sino que, tiene diferentes usos o significaciones. En ese sentido, en un primer momento podemos hablar o distinguir entre democracia como forma de gobierno y ethos democrático. Como forma de gobierno, la democracia viene a ser un ordenamiento jurídico con un conjunto de instituciones que permiten la participación igualitaria de los ciudadanos en la toma de decisiones, cuyo fin es obtener el bien común. Según dice un pensador italiano, Bobbio (cf. “Democracia y dictadura”), la democracia, en tanto que forma de gobierno, supone la existencia de otras formas de gobierno como la monarquía, la aristocracia, la dictadura, la oligarquía, etc. Según Bobbio, algunos autores plantearon que históricamente primero surgió democracia, después la aristocracia y por ultimo la democracia. Luego, en la modernidad esto se entendía todo lo contrario: primero la democracia, después la aristocracia y por último la monarquía. El argumento para plantear este cambio, era que la democracia no funcionaba en un territorio amplio como el estado-nación, sino, en uno pequeño como la Atena de la Grecia clásica. Ahora bien, en cuanto a la democracia entendida como ethos, ésta, alude al conjunto de costumbres, normas, valores, virtudes, carácter o modo de ser que configura a una persona o cultura.
Juan, también se puede distinguir entre el uso prescriptivo y el uso descriptivo de la democracia. El uso prescriptivo tiene que ver con la democracia como ideal, es decir, lo que debería ser ésta. A éste también se le llama uso normativo. Mientras que, el uso descriptivo de la democracia se refiere a lo que es, a la realidad. Cuando al final de tu definición dijiste que “hoy la democracia es un ideal no un hecho en si”, estabas haciendo esa distinción sin darte cuenta. Si deseas seguir profundizando sobre esto, puede leer a un pensador italiano de apellido Sartori (2003), que lo desarrolla muy bien.
Por otra parte, es importante que tengas en cuanta que también se puede distinguir entre democracia clásica y democracia moderna. La democracia clásica es aquella a la que te refería al hablar de los griegos y del Demos, que etimológicamente significa “pueblo”. En ese sentido, la democracia clásica se entendía como el gobierno del pueblo, pero más que del pueblo, de los ciudadanos. La participación de los ciudadanos en los asuntos de la polis, que mencionaste, es una de las características o instituciones de la democracia clásica. Pero, es bueno aclarar que esa participación en los asuntos de la polis o ciudad era activa, directa y en igualdad e condiciones. La democracia clásica también contemplaba la igualdad de los ciudadanos ante la ley o isonomía, y el bien público o común. En cuanto a la democracia moderna, ésta surgió con el estado-nación en la edad moderna, y estuvo muy influenciada por la griega. Ella, supuso la creación de nuevas instituciones democráticas, que respondieran a una nueva realidad: la de los estados-nación. En ese sentido, de una participación activa se pasó a una representativa, se produjo la división de los poderes del estado, se estableció la celebración de elecciones periódicas, se proclamó el principio de igualdad, la soberanía nacional, etc.
Hay otras cosas que también me gustaría aclararte. Por ejemplo, cuando tu decía que “la democracia tiene que ver con la participación del pueblo”. ¿A que te refería exactamente con el pueblo? Te pregunto eso, porque hoy no esta bien claro quién es el pueblo. ¿El pueblo será la mayoría?, ¿algunos?, ¿todos?, ¿la mayoría absoluta?, ¿la mayoría moderada?, ¿los ciudadanos?, etc. Bueno, sólo quería que supiera que hablar de pueblo es un poco problemático en la actualidad. De todos modos, si te interesa seguir investigando sobre eso puede leer a Sartori (2003).
Hay un filósofo liberal norteamericano de apellido Dahl (1999) que dice que se han producido dos transformaciones democráticas. La primera corresponde a esa que mas arriba llamamos democracia clásica o griega y, la segunda es la que designamos democracia moderna. Debido a una serie de cambios, producidos a partir de la segunda mitad del siglo XX; en el terreno de lo político, económico, social y posteriormente en las tecnologías, los cuales paulatinamente se han ido intensificando; el estado-nación ha caído en crisis. Quizás te está preguntando ¿qué importancia tiene esto para la democracia? Según Dahl (1999), con la crisis del estado nación, también se ha producido una crisis en las instituciones de la democracia moderna. ¿Por qué? Porque estas instituciones ya no responden a la realidad actual, que se caracteriza por la existencia de una esfera local (la de los estados-nación) y una esfera global o supraestatal. Otros de los elementos que ha puesto la democracia actual en crisis, es el surgimiento de nuevos problemas como el relacionado al medio ambiente, el cambio climático y la pérdida de la soberanía de los estados nacionales. Esto último se debe a que muchas de las decisiones que afectan a estos, se toman en una esfera supraestatal como la ONU, la UE y otras organizaciones internacionales.
Según Dahl, tanto estos como otros problemas y, el nuevo contexto global, exigen una tercera transformación democrática. Pero no es solo Dahl que piensa eso. Existen también otros intelectuales como Ferrajoli (2004) y Held (2005) que junto a Dahl (1999), coinciden en que el actual contexto bidimensional (local-internacional) amerita un cambio o transformación de ciertas instituciones y del orden mundial actual. Ellos entienden que el presente estado de derecho internacional beneficia la creación de un órgano supraestatal, global o multilateral que limite a los estados naciones, lo inter-relacione, garantice el cumplimiento de los derechos humanos y mantenga la paz mundial. Cada uno de ellos ofrece una propuesta de solución a esta situación, pero que ahora no puedo explicarte detalladamente por razones de tiempo.
Finalmente, creo que te queda más o menos claro, todo lo que implica hablar de la democracia. Espero que esto te haya servido de algo, y que ahora, cuando escuche hablar al presidente o a cualquier otra persona sobre la democracia, entiendas mejor de lo que están hablando, y puedas emitir tu parecer acerca de lo que dicen. De todos modos, creo que la democracia, como decía Tocqueville (cf. “La democracia en América”) tiene que ver con un desarrollo o movimiento gradual, que en la medida que todos nos esforcemos por adquirir un ethos democrático, podemos ayudar a construirla.
Después de escuchar atentamente toda esta explicación acerca de la democracia, Juan, admirado me dijo: ¡Dios mió!, ¡pero tú eres un verdugo!, ¿dónde aprendiste todo eso? Le respondí: es que di un curso de filosofía social, con un profesor que es experto en la materia. Entonces, Juan me digo: ahora entiendo por qué sabes tanto de la democracia. Todas las personas deberíamos hacer un curso como ese, para que a la hora de hablar de la democracia, no tengamos una concepción tan ingenua como la que tenía. Y, le dije: bueno, realmente no estuviste tal mal. Yo también tenía una idea muy vaga de la democracia antes de hacer este curso. Pero, como tú dice, es importante investigar y documentarse bien sobre esto, hay que seguir ampliando el horizonte comprensivo sobre la democracia.
Referencias bibliográficas
* Bobbio, Norberto, “Democracia y dictadura”, texto en línea,
* http://www.segured.com/index.php?od=2&article=366
* Dahl, Robert (1999), La democracia. Una guía para los ciudadanos, Madrid, Taurus.
* Ferrajoli, Luigi (2004), Razones Jurídicas del pacifismo, Madrid, Trotta.
* Held, David, (2005), Un pacto global. La alternativa sociodemocrática al Consenso de Washington, Madrid, Taurus.
* Sartori, Giovanni (2003), ¿Qué es la democracia?, Madrid, Taurus.
* Tocqueville, Alexis, La democracia en América, extractos.
1 comentario:
Está muy bien todo lo que dices, pero no me superas, jiji
Publicar un comentario