Muchos autores han coincidido en dividir las funciones del lenguaje en tres grandes categorías generales: la primera es la función informativa, esta se refiere a la comunicación de información a través de la afirmación o negación de proposiciones. La segunda es la que se usa para dar expansión o comunicar sentimientos y emociones, esta recibe el nombre de función expresiva. La tercera función es la directiva, se da cuando se usa el lenguaje con el propósito de originar o impedir una acción notoria.
Cuando sostenemos una conversación ordinaria, casi siempre hacemos uso de las tres funciones del lenguaje, esto se debe a que una comunicación efectiva requiere la combinación de diferentes recursos. De ahí que el lenguaje cumple funciones mixtas.
Es importante conocer la diferencia entre la forma y la función del lenguaje, la primera se refiere al tipo de oración que se usa: interrogativa, exclamativa, declarativas e imperativas, mientras que la función se refiere a la finalidad con que se usa el lenguaje. Una oración puede desempeñar mas de una función al mismo tiempo.
El uso de una frase o palabra puede tener simultáneamente una significación literal y una emotiva, manteniendo una independencia entre una y otra. De ahí que una palabra puede tener los mismos significados literales, y expresar un significado emotivo opuesto.
Un mismo escenario puede describirse con diferentes palabras que expresen actitudes disímiles, en ese sentido se presentan expresiones que muestran actitudes de aprobación, desaprobación o neutralidad. Existen varios tipos de acuerdo o desacuerdo que se pueden presentar en cualquier circunstancia, entre los que se encuentran los de creencias y los de actitud. Estos se pueden dar de forma combinada, los dos a la ves, o el primero y no el segundo, o el segundo y no el primero. Hay múltiples métodos para resolver los diferentes tipos de desacuerdos, algunos de ellos son: la averiguación de los hechos, llamar testigos y consultar documentos.
Cuando nos descuidamos en el uso correcto del lenguaje, corremos el riesgo de cometer algunas falacias en los razonamientos. Es conveniente usar un lenguaje emotivamente neutro si nuestro propósito es informar. Esto nos ayudará a evitar los malos entendidos y a no suscitar pasiones o prejuicios que oscurezcan la razón.
Opinión Personal
Es de gran importancia conocer las diversas funciones y características que nos presenta el lenguaje. Esto nos ayudará a darle un mejor uso, y en consecuencia contribuirá a evitar las falacias, tautologías y otros errores que se comenten en el empleo del lenguaje.
[1] Copi Irving., Introducción a la Lógica, Ed. Eudeba, Argentina, 1998. pp. 47-79.
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